Justin Timberlake lo fue, al igual que Britney Spears y Christina Aguilera. Zac Efron es uno de los ejemplos más recientes. Son ídolos infantiles nacidos al calor de la pequeña pantalla que, una vez superada la barrera de los granos, consiguen, unos con más fortuna que otros, llegar al público masivo y ser reconocidos por la profesión y los medios. Ahora le toca el turno a Miley Cyrus.
La hija del cantante country Billy Ray Cyrus busca despojarse del papel que le dio fama en todo el mundo. Después de más de tres años al frente de Hannah Montana, uno de los programas estrella de la factoría Disney Channel -junto a Camp Rock de los hermanos Jonas-, Miley intenta encontrar su propia identidad en el cine y la música pop.
El objetivo es madurar profesionalmente y asumir un rol de estrella que pueda alcanzar a mayor cantidad de público. Por eso la actriz y cantante, con 17 años, afronta nuevos retos: papeles en la pantalla grande como The Last Song, donde afronta su primer papel protagonista fuera de 'mamá Disney', y una ambiciosa gira en Reino Unido, fuera de su país natal, Estados Unidos.
Y es que la conquista de Europa es el siguiente paso. Miley actuará en el mítico 02 Arena londinense y podría recalar también en España, donde Miley tiene una legión de fans.
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